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Biden no sanciona al príncipe heredero Mohammed bin Salman a pesar de la promesa de castigar a los principales líderes de Arabia Saudita

(CNN) — A pesar de haber prometido castigar a los principales líderes saudíes durante la campaña electoral, el presidente Joe Biden se negó a aplicar sanciones a quien la comunidad de inteligencia estadounidense determinó que es responsable de la muerte del periodista Jamal Khashoggi: el príncipe heredero Mohammed bin Salman.

La decisión de no castigar al príncipe Mohammed pone de relieve directamente el tipo toma de decisiones que resulta más complicada para un presidente que para un candidato. Además demuestra la dificultad de romper con un aliado problemático en una región volátil.

El viernes, el Gobierno de Biden publicó un informe de inteligencia desclasificado sobre la muerte de Khashoggi, una acción que su predecesor se negó a tomar al tiempo que restaba importancia a la inteligencia de Estados Unidos. El informe del director de inteligencia nacional dice que el príncipe heredero, conocido como MBS, aprobó directamente el asesinato de Khashoggi. Pero aunque el secretario de Estado Antony Blinken anunció restricciones de visa que afectan a 76 saudíes implicados en el acoso a activistas y periodistas, no anunció medidas que afecten al príncipe. Y mientras que una lista de sanciones del Departamento del Tesoro nombró a un ex jefe adjunto de inteligencia y a la fuerza de intervención rápida de la Guardia Real saludí, al príncipe heredero no lo mencionó.

EE.UU.: Asesinato de Khashoggi fue aprobado por príncipe saudí 3:33

Dos funcionarios de la administración dijeron que sancionar a MBS nunca fue realmente una opción, al creer que habría sido «demasiado complicado» y podría haber puesto en peligro los intereses militares de Estados Unidos en Arabia Saudita. Como resultado, la administración ni siquiera solicitó al Departamento de Estado que generara opciones sobre cómo apuntar a MBS con sanciones, dijo un funcionario del Departamento de Estado.

Cuando se le preguntó en una entrevista con Univision sobre cuánto está dispuesto a presionar al príncipe heredero para que respete los derechos humanos, Biden dijo que ahora estaba tratando con el rey saudí y no con bin Salman. Afirmó que «las reglas están cambiando» y que podría haber cambios significativos el lunes.

«Vamos a exigirles que rindan cuentas por los abusos contra los derechos humanos y vamos a asegurarnos de que, de hecho, ya saben, si quieren tratar con nosotros, tienen que manejarlo de una manera en que aborden los abusos contra los derechos humanos, dijo Biden, sin ser más específico sobre cualquier plan para castigar al príncipe heredero.

¿Qué había dicho Biden anteriormente sobre Arabia Saudita?

Fue un comentario muy distinto a uno de noviembre de 2019, cuando Biden prometió castigar a los dirigentes saudíes de alto rango de una manera en que el expresidente Donald Trump no lo haría.

«Sí», dijo cuando se le preguntó directamente si lo haría. «Y lo dije en su momento. Khashoggi fue, de hecho, asesinado y desmembrado, y creo que por orden del príncipe heredero. Y dejaría muy claro que, de hecho, no íbamos a venderles más armas a ellos, de hecho, íbamos a hacerles pagar el precio y convertirlos en el paria que son», dijo.

«Hay muy poco valor social de redención en el actual Gobierno de Arabia Saudita», agregó. «Tienen que rendir cuentas».

La definición de responsabilidad de la administración de Biden se hace más clara. El presidente ha puesto fin al apoyo de Estados Unidos a la guerra liderada por Arabia Saudita en Yemen. Además ordenó el fin de algunas ventas de armas al reino, mientras que los principales asesores dicen que quiere «recalibrar» la relación.

La directora de comunicaciones de la Casa Blanca, Kate Bedingfield, le dijo a Erin Burnett de CNN en «OutFront» que Biden le había dicho al rey Salman bin Abdulaziz Al-Saud durante su llamada del jueves que Estados Unidos no tolerará el comportamiento del príncipe heredero, a pesar de la falta de acción.

Biden «les ha dejado en claro, y nuestra administración ha dejado claro en todo momento, que esto… que esto no se va a tolerar», dijo Bedingfield.

«Esto no será tolerado. Y hemos tomado medidas hoy. El Tesoro y el (Departamento de) Estado han tomado medidas hoy para sancionar a personas, sancionar a redes, que estuvieron involucradas en este horrible asesinato», agregó.

Los funcionarios de la administración reconocen que recalibrar la relación va a ser complicado. En una entrevista exclusiva con NPR que se transmitió el viernes por la tarde, la directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines, admitió que el informe podría complicar las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudita en el futuro.

«Estoy segura de que no va a facilitar las cosas», dijo. «Pero creo que también es justo decir que no es inesperado», agregó.

Un funcionario de alto rango de la administración dijo, al explicar la decisión de no castigar al príncipe heredero a la luz del informe, que la información publicada el viernes no era nueva y que el gobierno de Estados Unidos la conocía desde hacía más de un año.

En respuesta al informe, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita dijo que «rechaza por completo la evaluación negativa, falsa e inaceptable del informe sobre el liderazgo del Reino».

Funcionarios reconocen en privado que Arabia Saudita es un socio fundamental

La relación con Riyadh en sí parece demasiado valiosa para que la administración Biden la abandone por completo castigando al hombre que es visto como quien dirige el reino. Funcionarios del Departamento de Estado dijeron que el Gobierno de Biden puso cuidado en no alterar ninguna discusión de trabajo entre los dos países porque la relación de seguridad es muy importante.

En muchos sentidos, ese cálculo es el mismo que hizo la administración Trump al decidir no castigar a MBS.

Funcionarios de las administraciones de Trump y Biden han reconocido en privado que Arabia Saudita es un socio fundamental en las acciones antiterroristas y como contrapeso regional a Irán. Esto hace casi imposible cualquier intento de distanciamiento.

«Es difícil imaginar cualquier asunto en la región donde la asociación y el apoyo sauditas no juegan un papel significativo», dijo a CNN Dennis Ross, excoordinador especial de Medio Oriente.

Gerald Feierstein, exsubsecretario de Estado adjunto principal para Asuntos de Oriente Próximo, quien ahora trabaja en el Middle East Institute, dijo que la administración está equilibrando su respuesta con sus otras prioridades, como el fin del conflicto en Yemen. La disminución de las tensiones en la región del Golfo y los esfuerzos de lucha contra el terrorismo son también factores, y todos requieren una relación bilateral estable entre Estados Unidos y Arabia.

Lo más importante es que dado que «es probable que las negociaciones entre Estados Unidos e Irán se reanuden a finales de este año, Biden necesitará la aquiescencia, si no el entusiasmo, para vender un eventual acuerdo en la región», dijo Ayham Kamel, director de prácticas de Medio Oriente y África del Norte del Eurasia Group.

El impulso del príncipe heredero

Otro factor que señalan los analistas: el príncipe heredero sirve para promover algunos objetivos de Estados Unidos, entre ellos su intento de modernizar y revisar la economía saudí.

«Si bien el príncipe heredero viene con un bagaje serio, sus reformas son canales productivos para modernizar el reino, limitar la influencia del establishment clerical wahabí, promover un mayor grado de tolerancia religiosa y empoderar a la juventud», dijo Kamel.

«Tenemos interés en verlo lograr que su campaña de modernización sea un éxito, tenemos interés en su transición de los combustibles fósiles», dijo Ross.

Kamel dijo que «el equipo de Biden no busca profundizar la influencia política directa de Estados Unidos en Arabia Saudita e tener un impacto en el debate sobre la sucesión en la casa de Al Saud», y que los saudíes están dispuestos a escuchar hasta cierto punto.

«El liderazgo saudí ha decidido firmemente adoptar una posición constructiva a corto plazo para limitar las tensiones con Estados Unidos», dijo Kamel. Señaló la liberación de activistas de derechos humanos como «una rama de olivo».

Y aunque los funcionarios saudíes entienden que Biden está bajo presión en Washington para actuar, «no están convencidos de que Riad carezca de influencia», dijo Kamel, refiriéndose a las relaciones de seguridad que han desarrollado con países como Francia y Rusia. Y también a su capacidad para aprovechar los lazos con China para contrarrestar a Estados Unidos.

Nicole Gaouette y Donald Judd de CNN contribuyeron a este informe.

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