Migrantes “muertos” y teorías conspirativas: la ofensiva de Trump desde el Seguro Social
Por Rocío Muñoz-Ledo, CNN en Español
El Gobierno de Donald Trump incluyó en el “archivo maestro de defunciones” del Seguro Social los nombres de miles de personas que posiblemente entraron legalmente al país bajo los programas de permiso temporal de la era de Joe Biden que ya fueron revocados, otra agresiva medida que apunta a presionar económicamente a los inmigrantes para que terminen por “autodeportarse”.
Al incluirlos en esta base de datos, los inmigrantes (que están vivos) son catalogados como “muertos” y su número de Seguro Social, obtenido legalmente, se cancela. Esto les impide trabajar legalmente, recibir varios beneficios gubernamentales y acceder a servicios financieros cruciales como tramitar una tarjeta de crédito y manejar cuentas bancarias.
El Gobierno de Trump espera que esta medida empuje a estos inmigrantes a “autodeportarse”, un esfuerzo más en su ardua campaña contra la inmigración que busca que las personas abandonen Estados Unidos de manera voluntaria.
La nueva estrategia en la Administración del Seguro Social (SSA, por sus siglas en inglés) es impulsada por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) a partir de teorías de la conspiración sin pruebas.
El “archivo maestro de defunciones” del Seguro Social se ha utilizado durante muchos años para rastrear a personas fallecidas que ya no deberían recibir los beneficios que otorga el programa de retiro del Gobierno federal que se financia a través de las contribuciones de los trabajadores.
Pero ahora, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) solicitó a la Administración del Seguro Social que ingresara los nombres de más de 6.000 inmigrantes que están vivos a esta base de datos, según un funcionario del DHS con conocimiento de la decisión.
El Gobierno de Trump está utilizando esta base de datos como parte de una nueva estrategia para avanzar en su ofensiva contra la inmigración centrada en realizar una “deportación masiva”.
Consiste en incluir los nombres de inmigrantes que están vivos y obtuvieron su número de Seguro Social legalmente con el objetivo de darlos por muertos, que pierdan el acceso a tarjetas de crédito y cuentas bancarias y así presionarlos económicamente para que se vean obligados a “autodeportarse”.
“El presidente Trump prometió deportaciones masivas y al eliminar el incentivo monetario para que los extranjeros ilegales vengan y se queden, los alentaremos a autodeportarse. Está cumpliendo la promesa que le hizo al pueblo estadounidense”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Liz Huston, en un comunicado.
Los nombres incluidos en esta lista son de inmigrantes que posiblemente ingresaron a Estados Unidos bajo programas que ya fueron cancelados por el Gobierno de Trump, como los programas temporales de trabajo implementados durante el mandato de Biden que los hacían elegibles para trabajar en el país y recibir un número de Seguro Social.
Más de 500.000 migrantes de Cuba, Nicaragua, Venezuela y Haití llegaron al país por medio de uno de estos programas humanitarios temporales y otros 900.000 migrantes utilizaron la aplicación CBP One, implementada por el Gobierno de Biden, para ingresar legalmente, así como permanecer y trabajar en Estados Unidos.
Un funcionario de la Casa Blanca dijo a CNN que los inmigrantes en cuestión están temporalmente en libertad condicional dentro de la lista de vigilancia de terroristas o tienen antecedentes penales del FBI y no son elegibles para recibir beneficios del Seguro Social. Sin embargo, el funcionario no proporcionó más evidencia para respaldar esa afirmación.
“Si pueden, en contra de la ley y de todas las regulaciones y sin ningún debido proceso, marcar a personas dentro de la base de datos de la SSA como muertas que ingresaron legalmente al país y a quienes se les requería legalmente que se les emitiera un número de trabajo de la SSA, entonces pueden hacer eso con cualquiera”, dijo el excomisionado de la SSA, Martin O’Malley, quien sirvió bajo el expresidente Joe Biden, a CNN.
Esta etapa llega en medio de la enorme reorganización que atraviesa la Administración del Seguro Social impulsada por DOGE, al mando de Elon Musk, quien se ha encargado de difundir teorías de la conspiración, sin evidencia, sobre fraude cometido por inmigrantes indocumentados y sobre cómo los demócratas los atraen al país para conseguir sus votos.
Musk afirma que los inmigrantes indocumentados abusan del sistema al recibir números de Seguro Social de manera indebida pero no ha proporcionado pruebas de que estas personas estén recibiendo beneficios del Seguro Social, Medicare, entre otros. Contrario a lo que dice el multimillonario, los indocumentados en realidad contribuyen a financiar los beneficios de los ciudadanos estadounidenses pues sus empleadores realizan deducciones de impuestos sobre la nómina.
Los inmigrantes sí reciben números de Seguro Social cuando están autorizados para trabajar legalmente en Estados Unidos. Sin embargo, la agencia ha dificultado recientemente que obtengan números y tarjetas al requerirles que vayan a oficinas de campo para obtener los documentos en lugar de que sean emitidos por los Servicios de Ciudadanía e Inmigración.
Musk tampoco ha proporcionado evidencia de que los demócratas estén atrayendo a los indocumentados al país para conseguir votos. Solo los ciudadanos estadounidenses pueden votar en las elecciones federales. Por tanto, los inmigrantes indocumentados no pueden hacerlo. Además, no se ha llegado a un acuerdo bipartidista que proporcione a los inmigrantes indocumentados un camino hacia la ciudadanía y los esfuerzos que se han hecho hasta el momento no han conseguido apoyo suficiente.
Mientras el multimillonario asesor de Trump busca posibles fraudes en la Administración del Seguro Social como parte de su misión de hacer recortes a lo largo y ancho del Gobierno federal, con su ayuda, la agencia se ha vuelto parte de la ofensiva del presidente contra la inmigración.
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Con información de Rene Marsh y Zachary B. Wolf de CNN.