Propuesta de corridas de toros sin violencia en la Ciudad de México causa controversia
Por Lizbeth Padilla, CNN en Español
El nuevo formato que proponen las autoridades de la Ciudad de México para las corridas de toros genera reacciones encontradas: los defensores de los derechos animales y las autoridades locales la apoyan, pero el gremio taurino la rechaza por considerar que desvirtúa la tradición.
La iniciativa ciudadana para la prohibición de espectáculos públicos y privados con animales que se discutirá este martes en el Congreso local propone eliminar la violencia y la muerte del animal prohibiendo el uso de objetos punzantes. También limita el tiempo de lidia a diez minutos por toro y sanciona su maltrato y muerte.
Esta propuesta de corridas sin violencia desvirtúa la fiesta brava como la conocemos, asegura a CNN Raúl Pérez Johnston, abogado y presidente del Comité Jurídico de Tauromaquia Mexicana.
“Claramente busca un punto medio en materia política”, asegura, pues lo que propone es “un espectáculo que no sería una corrida de toros, sino algo diferente”.
Estas modificaciones harían que se pierda la esencia del espectáculo, dice Pérez. “Sería como si cambiáramos la pelota en el fútbol por otro utensilio, como un balón de rugby. Al final, no sería el mismo espectáculo”, destaca.
Pero para el diputado local Jesús Sesma, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), y uno de los impulsores de la propuesta, este cambio es una evolución de la fiesta brava.
“Hemos venido, por muchos años, maltratando a otros seres vivos, no humanos, solamente por diversión. Estoy convencido de que este será un antes y un después para la vida de la ciudad de México, y para el país entero”, señala Sesma en entrevista con CNN.
La iniciativa, aprobada en comisiones del Congreso de la ciudad, propone un cambio radical en la forma en que se realizan los espectáculos taurinos en la capital de México.
Según el artículo 4 de la propuesta, se busca que las corridas de toros, novilladas, rejoneo y demás eventos relacionados se realicen “sin violencia”, es decir, sin causar lesiones o la muerte a los animales que participan.
Para evitar lesiones en otros animales o personas deben proteger los cuernos del toro y/o novillo. Solo podrán utilizarse el capote y la muleta y queda prohibido cualquier objeto punzante “que provoque heridas, lesiones o la muerte del toro o novillo, como la puya, banderillas, estoque, descabellos y puntillas”.
La corrida durará como máximo 10 minutos por cada toro -actualmente son 20 minutos- con un límite de 6 ejemplares por evento.
Si se causan lesiones o muerte de los animales involucrados las sanciones económicas serán de hasta “3.000 veces la unidad de medida y actualización vigente” por cada animal lesionado o muerto. Sería el equivalente a US$ 16.970.
La iniciativa ha enfrentado la resistencia del sector taurino, que ha dicho que no se les escuchó antes de la presentación de la propuesta que, dicen, afectaría a los trabajadores del sector taurino y otros relacionados.
Pérez advierte que el cambio en las corridas de todos tendría un “impacto muy fuerte” no solo en la Ciudad de México, sino en toda la industria taurina internacional. Además, mencionó que sectores como el transporte, la artesanía, los restaurantes cercanos a la Plaza México y diversos servicios asociados al espectáculo se verían gravemente afectados.
Pérez asegura que han buscado tener un acercamiento con las autoridades, pero esperan que haya diálogo y se tome en cuenta sus peticiones en la regulación.
Sin embargo, Sesma sostiene que han mantenido “parlamentos abiertos” durante 26 años con quienes defienden esta tradición, buscando un equilibrio entre la eliminación del maltrato animal y la preservación de los empleos relacionados con el gremio.
El diputado subrayó que el cambio se realizará de manera gradual, para no afectar de inmediato la economía de quienes dependen de esta actividad. “Lo que buscamos es ser sensibles con la sociedad, y también con la gente que depende de esta actividad”, explica.
Raúl Pérez explica que la implementación de esta propuesta resulta muy difícil tanto en términos técnicos como veterinarios. “Desde el punto de vista sanitario, e incluso el manejo veterinario del toro, sería complicado”.
La iniciativa señala que al finalizar el espectáculo el toro o novillo deberá ser devuelto a la ganadería.
“La Ciudad de México no tiene ganaderías, por lo que las reses tendrían que venir de otras entidades federativas. Esto implica una serie de restricciones sanitarias, ya que el traslado de reses de una región a otra puede conllevar riesgos de contagio de enfermedades”, explica Pérez.
Además, advierte que reinsertarlos a las manadas también sería un problema “porque un toro que ha toreado es mucho más peligroso. Puede tener incluso interacciones negativas con el resto de la manada después de que se fue”, explica.
Pérez señala que el gremio tiene propuestas para mantener un equilibrio entre el bienestar animal y la tradición. Mencionó que, en otras partes del mundo, como en España, se han implementado modificaciones en el reglamento taurino. “Por ejemplo, se han cambiado los tamaños de las varas, se han retirado los arpones, y se ha intentado reducir el número de intentos para matar al toro”, comentó.
Recordó la experiencia fallida de las Islas Baleares y cuya propuesta es muy parecida a la reforma de la Ciudad de México, donde la prohibición de las corridas de toros no logró captar el interés del público.
En 2017, en las Islas Baleares se aprobó una ley que limitaba las prácticas tradicionales, como picar, banderillear y matar a los toros. Esta ley prohibía el uso de caballos y limitaba el número de toros a tres por evento. Las corridas solo permitían el uso de capote y muleta, y se imponían sanciones de hasta 100.000 euros – equivalentes a US$ 109.000- en caso de infracciones.
Un año después de su puesta en marcha, el Tribunal Constitucional declaró inconstitucionales los artículos que prohibían las corridas tradicionales, por lo que los eventos taurinos volvieron.
Pero Sesma es enfático al decir que “sí tiene que acabarse este espectáculo, porque la gente no lo ve con diversión, por no estar viendo sufrimiento y crueldad hacia los seres vivos, que termine”.
Pérez aseguró que, en caso de aprobarse la ley, se evaluaría la posibilidad de interponer recursos legales, como juicios de amparo o acciones de inconstitucionalidad.
En tanto, el diputado Sesma señala que respetan el derecho que tiene cada persona para interponer los recursos que sean necesarios. “La generación en la que estamos hoy, 80% de la población no simpatiza con este tipo de actividad, pues yo creo que no van a tener mucha cabida los recursos legales, pero están en todo su hecho de presentarlos”.
The-CNN-Wire
™ & © 2025 Cable News Network, Inc., a Warner Bros. Discovery Company. All rights reserved.