“Una nueva vida”: Ucranianos que sufrieron amputaciones viajan a Alemania para recibir prótesis a medida
Alexandra Ferguson
Berlín (CNN) — Pavlo Kushnirov pertenecía a los soldados ucranianos que luchaban en la ciudad oriental de Bakhmut con la 114° brigada de defensa territorial en un soleado día del pasado invierno, cuando los bombardeos rusos cambiaron su vida para siempre.
“Durante dos días, nuestra unidad estuvo sometida a intensos bombardeos de artillería y drones rusos. Aquella mañana, el 5 de diciembre, me alcanzaron los proyectiles”, explica a CNN en Berlín este soldado barbudo de 43 años, que ahora se desplaza en silla de ruedas, mientras señala el lugar donde deberían estar sus piernas. En cambio, tiene dos muñones. Una de sus piernas está amputada justo por debajo de la articulación de la rodilla, la otra está amputada por encima de la rodilla.
Vitaliy Sayko-Kazakov, un soldado ucraniano de 42 años, sirvió en el 19 Batallón Separado de Fusileros en Chervonopopivka, en la línea del frente donde se encuentran las regiones ucranianas de Luhansk y Donetsk. Su pierna izquierda fue arrancada durante una batalla con las fuerzas rusas el 1 de julio del año pasado. “Me hice inmediatamente un torniquete y por suerte seguí consciente. Con la adrenalina, supongo, me salvé”, dijo. Su pierna derecha sufrió graves heridas con una fractura abierta y finalmente tuvo que ser amputada en Lviv, según declaró a CNN a principios de este mes en Berlín. Durante tres meses estuvo confinado en la cama del hospital.
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La guerra de Rusia contra Ucrania ha matado a decenas de miles de personas y ha dejado aún más con pérdida de miembros y otras lesiones que alteran la vida desde que comenzó la invasión a gran escala en febrero de 2022. Las autoridades alemanas calculan que hay entre 30.000 y 50.000 ucranianos con amputaciones como consecuencia del conflicto.
Obtener prótesis y cuidados adecuados es difícil en Ucrania. Ahora, una organización no gubernamental alemana se esfuerza por llevar a Berlín a soldados ucranianos heridos para que puedan recibir prótesis hechas a medida y un tratamiento que les permita llevar una vida lo más normal posible.
Kushnirov y Sayko-Kazakov están entre los primeros de los 60 soldados ucranianos gravemente heridos que recibirán tratamiento en Alemania, gracias a la ONG “Life Bridge Ukraine”, con sede en Berlín. Esperan empezar pronto lo que consideran una nueva vida. “Mi médico me llamó y me dijo que había una oportunidad de ir al extranjero para que me pusieran una prótesis. Así que dije que sí”, cuenta Vitaliy. “Antes éramos cientos, ahora hay miles de personas como yo”.
Técnicos ortopédicos trabajan con Vitaliy Sayko-Kazakov, sentado en el centro, y Pavlo Kushnirov, a la derecha, que se encuentran entre los primeros de los 60 soldados ucranianos heridos que recibirán tratamiento especializado en Berlín.
Miembros amputados rápidamente para salvar vidas
Marko Gänsl, de la empresa sanitaria alemana Seeger, es uno de los cinco técnicos ortopédicos de Berlín que construyen prótesis a medida para los soldados. Cuando CNN visitó por primera vez a los soldados heridos en su centro de alojamiento, Gänsl estaba evaluando a los nuevos pacientes.
Se inclinó sobre los muñones de la pierna de Kushnirov y los palpó suavemente. “¿Le duele?”, preguntó. Kushnirov negó con la cabeza mientras un traductor le transmitía la pregunta. “Dígame si le duele algo”, dijo Gänsl, sacando una cinta para medir los muñones. Él y otros técnicos ortopédicos evaluaron el estado de las extremidades de Kushnirov.
Las condiciones del campo de batalla en Ucrania obligan a menudo a amputar miembros rápidamente para salvar la vida de los soldados. “La gravedad de las amputaciones suele dejar a los supervivientes con muñones que no permiten la colocación de prótesis de tamaño normal”, explica Gänsl. “Y, por supuesto, aquí nos enfrentamos a requisitos completamente distintos (a los que están acostumbrados los técnicos ortopédicos en Alemania)”.
Según Gänsl, será relativamente fácil colocar una prótesis en la pierna derecha de Kushnirov. Sin embargo, su pierna izquierda será más difícil de tratar porque fue amputada por encima de la rodilla.
Pavlo Kushnirov, a la izquierda, durante su servicio en el ejército ucraniano antes de perder las piernas en un ataque ruso el pasado diciembre. Crédito: Pavlo Kushnirov
Gänsl pasó a inspeccionar al siguiente paciente: Valerii Omelchenko, de 27 años, que fue reclutado para la guerra tres meses después del inicio de la invasión rusa de Ucrania. “Estaba de servicio defendiendo a mi país el 23 de noviembre del año pasado cuando un dron ruso me sobrevoló y una granada explotó justo delante de mí”, contó a CNN.
“Me alejé de un salto y me metí las piernas en el pecho para protegerme de la explosión que sabía que iba a producirse. Pero mira mis piernas, están malheridas”.
Sentado en una silla de ruedas, con la pierna izquierda amputada y la otra muy magullada y destrozada, Omelchenko añadió: “Pero al menos sigo vivo”.
Para salvar la pierna dañada, los médicos alemanes la mantuvieron en un marco metálico, o fijador externo, mientras se curaba. Se lo acaban de retirar y pronto le colocarán una prótesis en la otra pierna.
Valerii Omelchenko, en la foto durante su tiempo de servicio en la zona ucraniana de Donetsk, resultó gravemente herido por una granada rusa en noviembre. Crédito: Valerii Omelchenko
Un puente entre dos capitales
Janine von Wolfersdorff, experta en finanzas residente en Berlín que se implicó en labores de ayuda humanitaria en Ucrania tras la invasión rusa a gran escala, es la impulsora de Life Bridge Ukraine, un proyecto que se lleva a cabo en colaboración entre las capitales alemana y ucraniana. Bajo sus auspicios, expertos de talleres de Berlín fabricarán nuevas extremidades y enseñarán a caminar y moverse de nuevo a los 60 pacientes elegidos para recibir tratamiento.
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La propia Von Wolfersdorff viajó a Ucrania con un equipo médico para evaluar a algunos de los soldados heridos más graves. “Es un reto encontrar a los pacientes adecuados en Ucrania. Hay muchos casos complejos. Al mismo tiempo, hay muy pocos técnicos ortopédicos en Ucrania para proporcionar a todas las víctimas de guerra una atención rápida, adecuada y de calidad”, declaró a CNN.
“Queremos dar una nueva vida a los soldados ucranianos heridos de guerra y, simultáneamente, formar a seis ucranianos durante tres meses aquí en Berlín, que aprenderán a construir prótesis de muy buena calidad para que puedan hacerlo ellos mismos en Kyiv”.
Von Wolfersdorff colabora estrechamente en el proyecto con el alcalde de Kyiv, Vitali Klitschko, y el alcalde de Berlín, Kai Wegner, y espera que a finales de este año se abra un centro de prótesis en Kyiv. En última instancia, su grupo quiere abrir también otros centros de prótesis en otras ciudades ucranianas. “Los internos aprenden aquí de primera mano cuándo un muñón puede necesitar otra amputación, otra intervención quirúrgica, cuándo hay que volver a atender una cicatriz y otras cuestiones que surgen durante este proceso tan complejo”, explica Von Wolfersdorff.
El técnico ortopedista Marko Gänsl examina a Valerii Omelchenko para colocarle una prótesis en la pierna izquierda. Su pierna derecha se mantuvo en un armazón metálico mientras se curaba. Crédito: Chris Stern/CNN
CNN se reunió con el aprendiz ucraniano Volodymyr Havrylov en el taller de Seeger. “Lleva tiempo entrenarse para hacerlo correctamente y acertar en cada detalle”, dijo. En las últimas semanas ha aprendido que “los cirujanos tienen que hacer un buen muñón. Cuanto mejor sea el muñón, más fácil nos resultará hacer un receptor de muñón”. Cada paciente requiere un tratamiento distinto, dijo Havrylov, y explicó que “a veces la extremidad es demasiado corta, a veces es larga, a veces no hay espacio suficiente para el ajuste. A veces los pacientes siguen teniendo dolor en alguna parte”. Con frecuencia hay otras afecciones médicas que pueden influir en la adaptación de las prótesis.
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Havrylov afirma que quiere aprender “todo lo posible de los alemanes y tal vez incluso mejorar para poder abrir nuestro centro en Kyiv y ayudar allí. Por desgracia, habrá más gente con lesiones. Necesitamos buenos talleres para que nuestros ucranianos tengan una buena vida. Tenemos que devolverlos a la sociedad”.
Life Bridge Ukraine ha recaudado unos US$ 600.000 en donativos para el proyecto, incluidos los destinados al cuidado de los soldados en Berlín. “Es un largo proceso de recuperación”, dijo Von Wolfersdorff. “Buscamos un enfoque holístico del tratamiento: además de mucha fisioterapia, a los pacientes se les ofrece ayuda psicológica, así como asesoramiento nutricional, para que se reintegren a una vida lo más normal posible”.
‘Una forma completamente nueva de aprender a andar’
Unas semanas después, CNN se reunió con Kushnirov y Sayko-Kazakov para sus primeras pruebas en el taller berlinés de Seeger. Vitaliy miró sus nuevos miembros artificiales y sonrió. “Estas son mis dos piernas”, dijo señalando sus nuevas prótesis. “Una y dos. Vamos a colocármelas hoy”.
Con la ayuda de los equipos de técnicos médicos y ortopédicos, Sayko-Kazakov dio sus primeros pasos con ellas. “Son unos pies geniales. Un trabajo realmente fino”.
Para Kushnirov, la adaptación inicial fue más complicada debido a la articulación artificial de la rodilla en una extremidad. “Por desgracia, caminar le resultará más difícil”, explicó Gänsl. “Es una forma completamente nueva de aprender a andar”.
Kushnirov sabe que su proceso de rehabilitación llevará tiempo, pero está decidido a seguir intentándolo. “Es una pena que esté perdiendo tanto tiempo rehabilitándome y sé que aún me llevará mucho tiempo. Pero, por supuesto, mi vida mejorará”, afirma. “Pero es difícil decir cómo será mi vida después de tener la prótesis. Sé que será diferente”.
Vitaliy Sayko-Kazakov tiene intención de ayudar en la guerra como pueda cuando regrese a Ucrania. “La guerra aún no ha terminado. Nuestro trabajo aún no ha terminado”, afirma. Crédito: Heiko Laschitzki
Sayko-Kazakov, Kushnirov y los demás soldados con nuevos miembros artificiales recibirán mucha formación sobre cómo volver a moverse en las próximas semanas en Berlín. Se harán los últimos ajustes que sean necesarios antes de que reciban sus prótesis permanentes y partan para ser atendidos en Ucrania.
“Es muy divertido trabajar con pacientes y aprendices ucranianos muy motivados, vemos muchos progresos”, afirma Gänsl. Sin embargo, a estos soldados les esperan retos incluso con sus prótesis definitivas. “Las prótesis deben ajustarse una y otra vez. Es un proceso que dura toda la vida”, afirma. “Al fin y al cabo, los cuerpos cambian. Igual que a veces engordamos en Navidad o adelgazamos al hacer ejercicio, un muñón no crece contigo”.
Tanto Sayko-Kazakov como Kushnirov están decididos a regresar pronto a Ucrania, caminando cómodamente con sus nuevos miembros artificiales. Dicen que están listos para apoyar a sus unidades en casa mientras luchan para defenderse de las fuerzas rusas.
“La guerra aún no ha terminado. Nuestro trabajo aún no ha terminado”, afirma Sayko-Kazakov. “A menudo pienso en los chicos que trabajaron conmigo en el frente. Tantos perdieron la vida. Tantos que saqué a hombros. Me duele. Cuando volvamos, podremos ser útiles en el frente, por ejemplo montando drones”.
Kushnirov reconoce sus limitaciones . “Sé que no podré volver a caminar como los demás. Ya no podré luchar en el frente”, dijo, “pero hay muchas otras cosas que puedo hacer: Podría manejar un dron o encargarme de trabajos de reparación y mantenimiento. Allí donde pueda ayudar, lo haré. Seguiré luchando por Ucrania”.
— Claudia Otto y Chris Stern de CNN contribuyeron con este reportaje.
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