El caso Asunta: la historia real detrás de la nueva miniserie de Netflix
Aitana Ocana
(CNN Español) — El caso Asunta, la nueva miniserie de Netflix, está inspirada en la historia real de uno de los crímenes más mediáticos de España: el asesinato en 2013 de Asunta Basterra, una niña gallega de 12 años de origen chino, por el que fueron condenados sus padres adoptivos, Rosario Porto y Alfonso Basterra.
El rodaje comenzó a mediados de 2023 en Galicia, España, escenario real de los acontecimientos. El crimen de Asunta Basterra y la posterior investigación policial son la base de la trama de una de las series españolas de fact-fiction más esperadas de Netflix para 2024. Esta es la historia real del caso.
La historia real detrás de la popular serie de Netflix, “Secuestro del vuelo 601”
Cronología del caso Asunta Basterra
El caso Asunta, conocido como “Operación Nenúfar”, comenzó el 21 de septiembre de 2013, cuando los padres denunciaron la desaparición de la menor. Asunta había sido adoptada por el matrimonio en China, cuando apenas tenía un año de vida.
El cuerpo de Asunta se halló tres horas después de la denuncia en una pista forestal del Ayuntamiento de Teo, municipio próximo a Santiago de Compostela, reportaron medios como El País y 20 Minutos citando a la Guardia Civil. La autopsia descartó que Asunta sufriera una agresión sexual, pero sí confirmó los indicios de que había sido asfixiada, informaron fuentes próximas a la investigación a Europa Press en ese momento. Información también recogida en la sentencia del caso.
La Policía detuvo como sospechosa a su madre adoptiva el 24 de septiembre en Santiago de Compostela a raíz de incongruencias en sus declaraciones ante la Guardia Civil, según se desprende de la posterior sentencia.
Un día después, la Guardia Civil también arrestó al padre adoptivo, por el presunto delito de homicidio, en base a “nuevas pruebas contra él”, según el diario El Mundo con información de Europa Press.
Ambos entraron en prisión provisional en el penal coruñés de Teixeiro el 27 de septiembre.
El 4 de octubre, los resultados de los análisis toxicológicos presentados por el Instituto de Ciencias Forenses de la USC revelaron que Asunta había ingerido altas cantidades de ansiolíticos.
Además, una profesora del colegio de Asunta declaró ante el juez que la niña le confesó que sus padres le engañaban y que su madre, Rosario Porto, le daba “polvos blancos” que la mantuvieron dormida durante dos días, según se relató en el juicio posterior en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña y fue reportado por medios como el diario El Mundo y La Voz de Galicia el 7 de octubre.
El 19 de noviembre, el juez José Antonio Vázquez Taín levantó el secreto de sumario del caso Asunta y sugirió que Porto y Basterra podrían haber planificado la muerte de su hija, según documentos judiciales.
Rosario Porto, madre adoptiva de Asunta Basterra, habla con los jueces durante una audición en un tribunal de Santiago de Compostela, el 27 de septiembre de 2013. (Crédito: MIGUEL RIOPA/AFP vía Getty Images)
Durante el año 2014, el caso Asunta experimentó una serie de acontecimientos marcados por la filtración de los audios de una conversación de los padres de Asunta en los calabozos y el primer aniversario de la muerte de la niña.
El 19 de junio de ese año, el juez Vázquez Taín puso fin a la instrucción del caso. Seis días después, la Fiscalía pidió 18 años de prisión para los padres, acusados como “responsables en concepto de coautores” de un delito de asesinato previsto, y apuntó como agravante la “circunstancia mixta de parentesco”. Por su parte, la acusación popular, ejercida por la asociación Clara Campoamor, pidió 20 años para cada uno de ellos, según la información recogida la sentencia.
Porto y Basterra se declararon inocentes ante el juez y sus abogados solicitaron la absolución.
El juicio comenzó el 29 de septiembre de 2015 y culminó un mes después, el 30 de octubre, cuando después de cinco días de deliberaciones declararon culpables a Porto y Basterra por el asesinato de su hija adoptiva.
El Tribunal Superior de Justicia de Galicia ratificó la sentencia, desestimando los recursos de apelación interpuestos por la defensa.
Basterra continúa preso en la cárcel de Teixeiro. En enero solicitó el tercer grado de reclusión tras llevar 10 años en la cárcel, lo que supondría entrar en un régimen abierto de acuerdo con la Ley Orgánica 1/1979, de 26 de septiembre del Reglamento Penitenciario español, normativa que rige la clasificación como recluso de primer, segundo y tercer grado. Sin embargo, instituciones penitenciarias denegaron la solicitud.
Por su parte, tras varios intentos de suicidio, Porto puso fin a su vida el 18 de noviembre 2020 en la prisión de Brieva, Ávila.
Para conocer cómo obtener ayuda para alguien que podría suicidarse, visita este enlace: cnne.com/ayuda
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