Ante miles de espectadores, las 8 regiones de Oaxaca se hicieron presentes en Carnaval de San Francisco
SAN FRANCISCO, Calif., (KMUV-TV)— Han pasado casi 7 años desde la primera aparición de la delegación Oaxaqueña en Carnaval. Hoy, con más de 300 danzantes de todo California, la comunidad Mixteca, desfilo por las calles de San Francisco.
Según informes de asistencia, al menos 40 mil espectadores se reunieron en el desfile que abarco casi 20 cuadras en el distrito histórico Misión. Al menos 60 grupos se registraron, con 400 artistas formando la comparsa más extensa.
Entre más de 3 mil artistas de Latinoamérica, la comunidad Oaxaqueña, llego a reunir más de 300 danzantes, representando a distintas regiones del estado, desde la Mixteca hasta los Valles Centrales.
"Cuando iniciamos en Carnaval, fue un paso difícil, pero recuerdo que nuestra primera aparición hace ya casi siete años, solo éramos dos danzantes los que participamos," dijo Felipe Gonzales, integrante de Danza de Los Diablos.
Distintos grupos de danza participaron en hermandad, algunos cubiertos de pies a cabeza con hilachos, los Tiliches, provenientes de Putla Villa de Guerrero, hicieron su Carnaval Putleco, en un homenaje a la región Mixteca, encabezando a su comparsa.
Las Azucenas de María representaron a los Valles Centrales, luciendo la elegancia de las Chinas Oaxaqueñas, quienes viajaron de la ciudad de Seaside, para hacer acto de presencia por primera vez en Carnaval. A estas se le unieron Las Mariposas de Selma, Chinas Oaxaqueñas.
No podía faltar el son de los latigazos y música de banda, con los cientos de diablos de todo California. La Danza de Los Diablos de Santiago, Juxtlahuaca, Barrio Santa Cruz, y Diablos de Tecomaxtlahuaca.
Además, se incorporaron más danzantes de grupos como Yucuyahci, Danza de los Viejos de Teojomulco, Negros de Sila, y Ejutecos.
San francisco celebró así más de 45 años de Carnaval, entre los miles de vestuarios coloridos, y un cúmulo de cultura latinoamericana, donde cada comparsa se unió en hermandad.
Cabe destacar que estas vestimentas son únicas, detalladas a mano, desde la máscara al vestuario y pueden llegar a costar miles de dólares la pieza