CVUSD analiza el impacto de los despidos y posible cierre del Departamento de Educación
Luis Medina
El Departamento de Educación se enfrenta a despidos masivos, con más de 1300 empleados, la mitad de la plantilla de la agencia, despedidos esta semana.
El martes, la secretaria de Educación, Linda McMahon, declaró que la medida forma parte de un plan más amplio para cerrar la agencia y eliminar las funciones burocráticas.
El presidente Donald Trump promovió en su campaña el cierre del Departamento de Educación, argumentando que los estados y los padres deberían tener control sobre el currículo escolar.
Sin embargo, la mayor responsabilidad del departamento es la financiación, lo que plantea la pregunta de cómo un cierre o recortes a la agencia podrían afectar a las escuelas del Valle de Coachella.
En el Distrito Escolar Unificado del Valle de Coachella, la superintendente Dra. Frances Esparza afirma que la financiación del departamento apoya los programas del Título 2 del distrito, que ofrecen almuerzos gratuitos o a precio reducido a los estudiantes; el Título 2 garantiza que profesionales de alta calidad trabajen en zonas desfavorecidas; y el Título 3, que apoya los servicios de aprendizaje de inglés.
Si cerrara, también lo harían esas oportunidades.
“Es horrible pensar que un niño esté sentado en tu aula con hambre, porque cuando tiene hambre no puede aprender, no puede pensar”, dijo Esparza.
Ahora, ante un déficit presupuestario multimillonario, Esparza afirma que cualquier recorte a la financiación sería aún más duro.
“Nuestras familias tendrían que volver a las loncheras. No todas podrían hacerlo”.
El Dr. Shaun Harper, de la Escuela de Educación Rossier de la USC, afirma que existe la idea errónea de que la agencia federal dicta el currículo.
“El Departamento de Educación de EE.UU. no exige que ningún distrito escolar del país nos enseñe nada, y mucho menos teoría crítica de la raza ni libros sobre identidad de género, etc. Esas son decisiones a nivel local que se toman dentro de los distritos y los estados”, afirmó Harper.
Más bien, considera que el mayor impacto del cierre de la agencia serían los recortes que enfrentan las escuelas de bajos ingresos.
“Las escuelas de bajos ingresos han estado crónicamente desatendidas. Estarán aún más desatendidas y en desventaja sin esas inversiones federales. Los estudiantes con discapacidades seguirán viendo satisfechas sus necesidades con un nivel inadecuado e inaceptablemente bajo. Y las universidades seguirán teniendo dificultades para ampliar el acceso a los estadounidenses de bajos ingresos que dependen de la ayuda financiera federal para costear sus estudios universitarios”.
