Nueve huracanes y 16 tormentas: pronstico terrorfico para la temporada 2018
La temporada de huracanes en el Atlántico de este año, con el pronóstico de nueve huracanes y 16 tormentas, puede ser peor que la del 2017, que de por sí ya fue virulenta y dejó más de un centenar de muertos y miles de millones de dólares en daños.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosferica (NOAA) pronostica que de los 9 huracanes entre uno y cuatro serán de “gran magnitud”, por encima de categoría 3, con vientos de por lo menos 178 kilómetros por hora (111 millas por hora).
Si ese pronóstico se cumple, la temporada podría superar la cifra normal, y todos los indicios parecen indicar que sí, tras la formación hace dos días de una baja presión en el Golfo de Mexico y que amenaza en convertirse en depresión tropical incluso antes del inicio oficial de la epoca de huracanes el 1 de junio.
En promedio, una temporada de huracanes produce 12 tormentas nombradas, de las cuales seis se convierten en huracanes y de ellos tres son de gran severidad.
La NOAA pronosticó que la temporada del 2017 superaría la media, y acertó: fue el año de los huracanes Harvey, Irma y María, que causaron estragos en Texas, Florida, Puerto Rico y varias islas de Caribe. En total hubo 17 tormentas nombradas el año pasado, de las cuales 10 pasaron a ser huracanes.
La temporada de huracanes en el Atlántico oficialmente comienza el 1 de junio y dura seis meses.
El pronóstico refleja la “posibilidad de un fenómeno de ‘El Niño’ debil desarrollándose, junto con temperaturas promedio en la superficie del Atlántico y el Caribe”, señaló la NOAA.
Dos factores que, agregó, “se establecen en un contexto de condiciones atmosfericas y oceánicas que son propicias para el desarrollo de huracanes y han estado produciendo temporadas de huracanes en el Atlántico más fuertes desde 1995”.
En una temporada considerada normal para la NOAA se forma una media de 12 tormentas tropicales, de las que 6 se convierten en huracanes y 3 de ellos alcanzan categorías superiores, a partir de 3 en la escala de intensidad de Saffir-Simpson, con vientos de más de 111 millas por hora (178 kilómetros por hora).
Hasta 2016 el principal elemento responsable de una actividad ciclónica por debajo de lo normal en el Atlántico ha sido “El Niño”, muy presente en el Pacífico, que inhibe la formación de huracanes en el Atlántico.
Con “El Niño” se produce un aumento de la acción de los vientos cortantes en las capas superiores en el Atlántico, lo que reduce la actividad ciclónica en estas aguas, un fenómeno que no se espera que se produzca este año.
El organismo precisó que hay un 35 % de probabilidades de que la temporada ciclónica, que concluye el 30 de noviembre, sea “por encima de lo normal”, un 40 % “cerca de lo normal” y un 25 % solo de que este “por debajo”.
Para intentar advertir a tiempo a los residentes de las zonas más afectadas por estos fenómenos meteorológicos, la NOAA cuenta desde el año pasado con nuevas herramientas de observación, previsión y comunicaciones, como una “sofisticada cámara” instalada en el satelite GOES-16 y el nuevo satelite NOAA-20, que orbita sobre el polo.
Tambien utilizará este año una nueva versión del Sistema de Predicción Global denominada FV3 GFS y un modelo de seguimiento de huracanes de mayor resolución.
En el cuadro de nombres de las tormentas previstas en el Atlántico para esta temporada figura el primero Alberto y el último William, número 21 de la lista.
Alberto es el nombre que podría recibir la fuerte borrasca que se está formando frente a la costa del Yucatán, en Mexico, y que el Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. calcula en un 70 % que se convierta este fin de semana en la primera tormenta tropical del año, días antes de que comience oficialmente la temporada de huracanes.