REPORTAJE ESPECIAL: De campos millonarios a deplorables condiciones de vivienda
Nuestros campesinos son personas trabajadoras. Pero una crisis por la falta de viviendas asequibles en la Costa Central está empañando la calidad de vida de varios.
“Vivimos muy apretados por lo mismo de que no hay recursos, no hay mucho dinero para pagar solos el apartamento,” dijo una campesina a quien llamaremos Lupe por su protección.
Las altas rentas de la región están forzando a campesinos, como Lupe, a vivir bajo condiciones deplorables.
De afuera el hogar de Lupe se ve como cualquier otro apartamento de una sola familia. Pero la realidad es un poco diferente al entrar, su cocina es compartida por varias familias, alguien duerme en su sillón y otras doce personas en los cuatro cuartos de arriba para un total de 13 personas.
“Cuatro dormimos aquí,” dijo Lupe apuntando a una cama. “Y haya duerme mi esposo y la niña.”
Apretados de espacio y dinero hacen lo que pueden para sobrevivir.
“Me estreso mucho porque pos como somos bastantes y todo por estar pos aguantando un rato a las pobres personas para ayudarnos de pagar la renta,” agregó Lupe.
21% de familias agrícolas en el Condado de Monterey viven en condiciones similares a las de Lupe, según el último estudio realizado hace unos 15 años por la Institución de Estudios Rurales de California.
En ese entonces, las ciudades con más hogares abarrotados eran Gonzales y Greenfield. Ahora, se cree que son más las ciudades y familias enfrentando este problema.
“Ahorita un apartamento de una recamará por ejemplo sale a $1,200- 1,300. Los apartamentos de dos recamaras salen como a $1, 500 en el ingreso que el campesino gana es una renta muy alta,” dijo Alfred Díaz Infante con la organización CHISPA. Agregando que han recibido reportes de campesinos durmiendo en salas, chocheras y hasta en carros “la situación es muy grave.”
Pero las rentas costosas sólo son una parte del problema, la falta de mantenimiento por parte de caseros es otro.
Telemundo 23 tocó varias puertas en un campo en Gonzales conocido por residentes como “El Campito del Diablo,” pero por miedo a represalias, nadie quiso hablar en cámara sobre las condiciones en las que viven.
“El miedo de perder su casa con su familia, el miedo de no tener un techo donde vivir les da miedo y no reportan los problemas. A parte ellos no saben mucho sus derechos,” explicó el Director Ejecutivo del Centro de Abogacía Comunitaria, Sabino López.
López tiene más de 20 años trabajando con familias para mejorar su calidad de vida. Les explica cuáles son sus derechos al reportar cosas como goteras en los techos, fugas de gas o cortos electricos.
“Es triste verdad porque cuando yo empece en 1990, hubo un movimiento grande que parecía que estábamos ayudando a resolver el problema y que ya iba a ver menos. Pero es triste darnos cuenta que ahora parece que estamos peor,” dijo López.
¿Pero a que gravedad ha llegado la situación?
La ciudad de Salinas está muy cerca de averiguarlo.
“Estaremos haciendo una encuesta durante la epoca de la cosecha para averiguar más sobre quien necesita las viviendas y si son para una temporada o para todo el año,” dijo la directora del estudio de viviendas para campesinos y el plan de acción, Jennifer Coile.
Como parte del estudio, analizarán otros proyectos de viviendas asequibles, y trabajarán con compañías agrícolas buscando construir viviendas para campesinos similares a las de Tanimura & Antle, para luego desarrollar un plan de acción.
Pero no todos los hogares son inseguros. Tambien hay varios proyectos exitosos de viviendas asequibles tal como uno en la comunidad de Castroville llamado el proyecto Moro Cojo que se hizo gracias a la movilización de campesinos y organizaciones.
Fueron los testimonios de unos 300 residentes como Sandra Álvarez y el apoyo de organizaciones como CCA y CHISPA, que hace años lograron la aprobación de ese proyecto de decenas de apartamentos y casas asequibles.
“Me toco andar con la pansa para bajo poniendo, haciendo el cimiento para poder fincar. Lo cual tengo un orgullo viviendo aquí porque fue mucho sacrificio para nosotros lograr esta vivienda,” dijo Álvarez.
Mientras tanto Lupe y su familia dijeron que seguirán luchando para mejorar su calidad de vida.
“Nos gustaría si el condado hiciera más apartamentos de bajos ingresos y les bajarían a la renta. Pues así podríamos vivir más a gusto,” dijo López.
Las organizaciones CHISPA y CCA dijeron que tambien han estado abogando para apartar fondos estatales y locales en proyectos de viviendas asequibles.
Para apoyar estos proyectos a traves de su movilización puede contactar CHISPA al número (831) 757-6251.
Para reportar condiciones inseguras en su hogar y averiguar que puede hacer como un inquilino, pueden contactar el Centro de Abogacía Comunitaria al (831) 753-2324. Tambien pueden visitar su oficina localizada en 22 W Gabilan St, Salinas, CA 93901.