La Unión Europea y el Reino Unido alcanzan un nuevo acuerdo sobre las normas comerciales posteriores al brexit en Irlanda del Norte
Alexandra Ferguson
Londres (CNN) — Gran Bretaña y la Unión Europea alcanzaron un acuerdo sobre nuevas normas comerciales en Irlanda del Norte en un intento de resolver un asunto polémico que ha avivado las tensiones tras el brexit en Europa y en la isla de Irlanda.
El acuerdo podría resolver la cuestión de las importaciones y los controles fronterizos en Irlanda del Norte, uno de los aspectos más difíciles y controvertidos de la separación del Reino Unido de la Unión Europea.
En una rueda de prensa en Windsor, a las afueras de Londres, el primer ministro Rishi Sunak afirmó que el nuevo acuerdo, denominado “Marco de Windsor”, permitirá un “comercio fluido” dentro del Reino Unido, “protegerá el lugar de Irlanda del Norte” en el Reino Unido y “salvaguardará” la soberanía de Irlanda del Norte.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reconoció las tensas relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea desde el brexit. Dijo que para que las dos partes “aprovechen al máximo nuestra asociación”, se necesitan nuevas soluciones. Señaló la cooperación del Reino Unido y la UE sobre Ucrania y dijo que “necesitábamos escuchar las preocupaciones del otro con mucha atención”.
El acuerdo pretende arreglar los problemas creados por el Protocolo de Irlanda del Norte, una adenda al brexit acordado por Boris Johnson y la Unión Europea en 2019. El protocolo se creó para evitar una frontera dura en la isla de Irlanda manteniendo a Irlanda del Norte alineada con la Unión Europea, lo que significa que las mercancías no necesitan ser controladas entre Irlanda e Irlanda del Norte, perteneciente al Reino Unido.
Los dos líderes destacaron tres áreas esenciales en las que el nuevo acuerdo mejorará el protocolo.
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Sunak afirmó que el acuerdo protegerá el libre flujo comercial entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte mediante la creación de líneas verdes y rojas para las mercancías que entren a Irlanda del Norte. Las mercancías que corran el riesgo de entrar a la República de Irlanda pasarán a la línea roja antes de entrar a Irlanda del Norte. Las mercancías que permanezcan en Irlanda del Norte circularán libremente, dijo Sunak, lo que significa que “si hay alimentos disponibles en las estanterías de los supermercados de Gran Bretaña, los habrá en Irlanda del Norte”.
El primer ministro afirmó que, mediante el acuerdo, el Reino Unido y la Unión Europea han logrado proteger “el lugar de Irlanda del Norte en la unión” al permitir que el gobierno británico determine los tipos de IVA aplicables en Irlanda del Norte, frente al sistema actual en el que la UE determina los tipos. Dijo que esto permitiría que políticas recientes, como la reforma para bajar el precio de las cervezas en los pubs británicos, se apliquen ahora en Irlanda del Norte.
Por último, también anunció un nuevo “freno de Stormont” que permitiría al gobierno autónomo de Irlanda del Norte poner un “freno de emergencia” a cualquier nueva ley de la Unión Europea que se imponga en la provincia.
El primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak (izq.), y la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ofrecen una rueda de prensa conjunta tras su reunión en el hotel Fairmont de Windsor, al oeste de Londres, el 27 de febrero de 2023. (Foto de DAN KITWOOD/POOL/AFP vía Getty Images)
“Esto establecerá un proceso claro a través del cual la asamblea elegida democráticamente puede tirar de un freno de emergencia para los cambios en los bienes de la UE, normas que tendrían un efecto significativo y duradero en la vida cotidiana”, dijo Sunak.
Añadió que si el gobierno de Irlanda del Norte detiene una ley, el gobierno de Westminster tendrá derecho de veto sobre la ley.
Von der Leyen llegó al Reino Unido este lunes para mantener las últimas conversaciones con Sunak, antes de una declaración sobre el acuerdo en la Cámara de los Comunes. Von der Leyen también se reunirá con el rey Carlos III para tomar el té en el castillo de Windsor, según confirmó el palacio de Buckingham.
Las negociaciones se intensificaron en las últimas semanas, tras meses de estancamiento sobre cómo gestionar los controles en Irlanda del Norte, que forma parte del Reino Unido, pero comparte frontera terrestre con la República de Irlanda, Estado miembro de la Unión Europea.
Ahora que el acuerdo está finalizado, Sunak se enfrenta a la reacción política de los euroescépticos de línea dura de su Partido Conservador.
La reunión de Von der Leyen con el rey también ha suscitado polémica. “El rey está encantado de reunirse con cualquier líder mundial que visite Gran Bretaña y el Gobierno le aconseja que lo haga”, dijo el Palacio al anunciar la reunión.
Según una fuente real, la reunión sería una oportunidad para que Carlos discuta temas como la guerra en Ucrania y el cambio climático.
Pero fue criticada por algunas destacadas figuras unionistas. “No puedo creer que el No. 10 pida a SM el rey que se involucre en la finalización de un acuerdo tan controvertido como éste”, escribió en un tuit la ex primera ministra de Irlanda del Norte, Arlene Foster. “Es burdo y caerá muy mal en Irlanda del Norte”.
El Protocolo sobre Irlanda del Norte, firmado con Bruselas por el ex primer ministro Johnson, intentaba reconocer la delicada situación que el brexit creaba en Irlanda del Norte.
Normalmente, la existencia de una frontera entre un Estado miembro de la Unión Europea y una nación extracomunitaria como el Reino Unido requeriría infraestructuras como puestos aduaneros. Pero durante el periodo de luchas sectarias conocido como el conflicto norirlandés o “The Troubles”, en inglés, los puestos de seguridad a lo largo de la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda se convirtieron en objetivo de los grupos paramilitares que luchaban por una Irlanda unida.
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En teoría, el Protocolo sobre Irlanda del Norte pretendía eliminar la necesidad de infraestructuras fronterizas. Se acordó que Irlanda del Norte permanecería dentro del ámbito regulador de la UE y que las mercancías que entraran en Irlanda del Norte procedentes de Gran Bretaña serían controladas antes de su llegada, lo que suponía la imposición de una frontera marítima.
Esto enfureció a la comunidad unionista norirlandesa, probritánica, que argumentó que se les separaba del resto del Reino Unido y se les acercaba a la República de Irlanda. Las disputas sobre los acuerdos, en parte, han sido un obstáculo para la restauración de la Asamblea de Irlanda del Norte, suspendida desde 2017. El reparto de poder entre unionistas y republicanos es una parte clave del Acuerdo de Viernes Santo, el acuerdo de paz que marcó el final del conflicto.
Las disputas también han afectado al comercio entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte, hasta el punto de que el Reino Unido no ha aplicado plenamente el protocolo.
— Niamh Kennedy y Jessie Gretener contribuyeron con información para este reportaje.
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