Los nuevos gobernantes de Siria presionan por la legitimidad internacional ante sanciones y designaciones terroristas
Por Sofia Barruti, CNN en Español
El nuevo régimen de Siria, liderado por un grupo con antiguos vínculos con al Qaeda, tiene la misión de ganar legitimidad internacional y ya está obteniendo cierto éxito.
Abu Mohammed al-Jolani, un exyihadista sancionado internacionalmente, se reunió con dignatarios extranjeros desde que su grupo Hayat Tahrir al Sham (HTS) derrocó al régimen del presidente Bashar al-Assad, la semana pasada. Busca presentar el nuevo régimen de Siria como un Estado amistoso, incluyente y no beligerante.
El domingo, consiguió una reunión en Damasco con Geir Otto Pedersen, el enviado especial de la ONU para Siria, quien dijo que la comunidad internacional “esperamos ver un rápido fin de las sanciones, para que podamos ver realmente una unión en torno a la reconstrucción de Siria nuevamente”.
El enviado advirtió, sin embargo, que debe haber “justicia y rendición de cuentas por los crímenes”, pero que estos deben pasar por “un sistema de justicia creíble”.
Y el lunes, la jefa de política exterior de la Unión Europea, Kaja Kallas, dijo que “encargó a un alto diplomático europeo en Siria que fuera a Damasco para hacer contactos con el nuevo Gobierno y la gente allí”, añadiendo que la UE consideraría más medidas “si vemos que Siria va en la dirección correcta”.
Hasta el momento, Estados Unidos y el Reino Unido también establecieron contactos con los grupos rebeldes que gobiernan el país, junto con Qatar y Turquía. Funcionarios de la ONU se reunieron con el primer ministro interino de Siria y el Reino Unido envió esta semana una delegación a Damasco, dijo el ministro de Asuntos Exteriores británico, David Lammy, en una conferencia de prensa el lunes.
Los expertos dicen que si bien los acontecimientos que se están desarrollando en Siria presentan una oportunidad para evitar el colapso del Estado, también conllevan incertidumbres y riesgos a medida que los nuevos líderes del país llegan al poder, muchos de ellos con un pasado desagradable.
Jolani, quien ahora utiliza su verdadero nombre Ahmad al-Sharaa, y su grupo, HTS, salieron de su pequeña porción de territorio en el noroeste de Siria a principios de este mes, tomando rápidamente el control de la segunda ciudad más grande del país, Aleppo, antes de capturar la estratégica ciudad de Hama y, luego, la capital, Damasco.
A pesar de sus esfuerzos a lo largo de los años por distanciar a HTS de al Qaeda, Estados Unidos designó al grupo como organización terrorista extranjera, en 2018, y ofreció una recompensa de US$ 10 millones por él. El HTS y su líder también están designados como terroristas por la ONU y otros Gobiernos.
Qutaiba Idlbi, miembro sénior del Programa para Medio Oriente del Atlantic Council que se centra en Siria, dijo que si bien interactuar con la organización terrorista designada por Estados Unidos y la ONU “presentará desafíos, la designación representa una importante influencia para Estados Unidos y sus socios internacionales”.
La administración entrante de Trump podría “utilizar esa influencia para garantizar que HTS actúe como un actor aceptable dentro de la escena siria y afirme que ya no amenaza la seguridad de Estados Unidos o de la región”, escribió Idlbi para el Atlantic Council, y agregó que esto se puede hacer a través del diálogo con Turquía, que durante mucho tiempo estuvo en desacuerdo con Assad.
El sábado, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que Washington tuvo contacto directo con el HTS, en la primera confirmación pública de contacto directo entre Estados Unidos y el grupo.
“Sí, hemos estado en contacto con HTS y las otras partes”, dijo Blinken en una conferencia de prensa en Jordania, y agregó que el contacto fue directo. No dio detalles sobre cuándo se realizó el contacto ni a qué nivel. No existe ningún obstáculo legal para hablar con un grupo terrorista designado.
En su primera entrevista con CNN en un lugar no revelado de Siria, Jolani rechazó la persistente designación de terrorista, calificando la etiqueta de “principalmente política y, al mismo tiempo, inexacta”.
El líder rebelde ha sostenido que algunas prácticas islamistas extremas habían “creado una división” entre el HTS y los grupos yihadistas desde el principio, y ha afirmado que se opone a algunas de las tácticas más brutales utilizadas por otros grupos yihadistas, lo que le llevó a cortar vínculos con ellos. También ha afirmado que nunca estuvo personalmente involucrado en ataques contra civiles.
No está claro si los Estados occidentales levantarán la designación de terrorista o qué pasará con las sanciones preexistentes que se impusieron al régimen anterior.
Cuando se le preguntó si la designación de terrorista obstaculiza la capacidad de Estados Unidos de hablar con el grupo rebelde, y si la designación será levantada, un alto funcionario del Departamento de Estado dijo a los periodistas, la semana pasada, que Estados Unidos está observando si las declaraciones del HTS “se traducen en acciones sobre el terreno”.
“Tenemos muchas esperanzas de que así sea”, dijo el funcionario.
La economía de Siria lleva años paralizada por las sanciones occidentales. Una de las más duras es la Ley César, de 2019, que impuso sanciones de amplio alcance que restringían a personas, empresas o Gobiernos la posibilidad de realizar actividades económicas que contribuyeran al esfuerzo bélico de Assad. La ley hizo intocable toda la economía. Según el Banco Mundial, la economía del país se redujo a más de la mitad entre 2010 y 2020.
Según el Banco Mundial, en 2022 la pobreza afectaba al 69% de la población de Siria. La pobreza extrema afectaba a más de uno de cada cuatro sirios en 2022, indicó el Banco Mundial, y agregó que esta cifra probablemente empeoró después del devastador terremoto de febrero de 2023.
Idlbi, del Atlantic Council, escribió que si bien la caída de Assad presenta una oportunidad, “no es una panacea y podría conducir a una mayor inestabilidad si no se gestiona con cuidado”.
“Las administraciones de Biden y Trump deben adoptar un enfoque equilibrado y estratégico, centrándose en la gobernanza inclusiva, el apoyo humanitario y la estabilidad regional”, escribió Idlbi. “Una oportunidad como la que se presenta ahora en Siria solo se presenta una vez”.
Jomana Karadsheh, Gul Tuysuz, Brice Laine, Lauren Kent, Eyad Kourdi y Jennifer Hansler, de CNN, contribuyeron con el reporte.
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