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¿Cuánto plástico hay en los alimentos que consumes? Mucho más de lo que crees, según los expertos

Alexandra Ferguson

(CNN) — “¿Cuánto plástico quiere cenar, señor? ¿Y usted, señora?” Aunque pueda parecer una frase sacada de un sketch satírico de Saturday Night Live, las investigaciones demuestran que dista poco de la realidad.

Según un estudio de febrero de 2024, el 90% de las muestras de proteínas animales y vegetales dieron positivo para microplásticos, diminutos fragmentos de polímero que pueden oscilar entre menos de 5 milímetros (0,2 pulgadas) y 1 micrómetro (1/25.000 de pulgada). Cualquier cosa inferior a 1 micrómetro es un nanoplástico que debe medirse en milmillonésimas de metro.

Ni siquiera los vegetarianos se libran, según un estudio de 2021. Si el plástico es lo bastante pequeño, las frutas y verduras pueden absorber microplásticos a través de sus sistemas radiculares y transferir esos trozos químicos a los tallos, hojas, semillas y frutos de la planta.

Cada día se vierte al océano el equivalente a 2.000 camiones cargados plástico. Este es el destino de la mayor parte

La sal también puede estar repleta de plástico. Un estudio realizado en 2023 descubrió que la sal rosa gruesa del Himalaya extraída del suelo era la que contenía más microplásticos, seguida de la sal negra y la sal marina. El azúcar también es “una importante vía de exposición humana a estos microcontaminantes”, según un estudio de 2022.

Incluso las bolsitas de té, muchas de las cuales están hechas de plástico, pueden liberar enormes cantidades de plástico. Investigadores de la Universidad McGill de Quebec, Canadá, descubrieron que preparar una sola bolsita de té de plástico libera unos 11.600 millones de microplásticos y 3.100 millones de partículas nanoplásticas en el agua.

El arroz es otro de los culpables. Un estudio de la Universidad de Queensland descubrió que por cada 100 gramos (1/2 taza) de arroz se consumen entre tres y cuatro miligramos de plástico, cifra que se dispara a 13 miligramos por ración en el caso del arroz instantáneo. (Según los investigadores, el lavado del arroz puede reducir la contaminación por plástico hasta en un 40%. Eso también ayuda a reducir el arsénico, que puede ser elevado en el arroz).

Arqueólogos encuentran ahora microplásticos en restos antiguos

No olvidemos el agua embotellada. Un litro de agua, el equivalente a dos botellas de agua de tamaño estándar en Estados Unidos, contiene una media de 240.000 partículas plásticas de siete tipos distintos de plásticos, incluidos los nanoplásticos, según un estudio de marzo de 2024.

Peligros para la salud humana

Aunque se han encontrado microplásticos en humanos como en el pulmón, los tejidos placentarios materno y fetal, la leche materna  y la sangre, hasta hace poco apenas se había investigado cómo afectan estos polímeros a los órganos y funciones del cuerpo.

Un estudio de marzo de 2024 descubrió que las personas con microplásticos o nanoplásticos en las arterias del cuello tenían el doble de probabilidades de sufrir un infarto de miocardio, un derrame cerebral o morir por cualquier causa en los tres años siguientes que las personas que no los tenían.

Según los expertos, los nanoplásticos son el tipo de contaminación por plásticos más preocupante para la salud humana. Esto se debe a que las minúsculas partículas pueden invadir células y tejidos individuales de los órganos principales, interrumpiendo potencialmente los procesos celulares y depositando sustancias químicas que alteran el sistema endocrino, como bisfenoles, ftalatos, retardantes de llama, sustancias perfluoradas y polifluoradas (PFAS) y metales pesados.

“Todas estas sustancias químicas se utilizan en la fabricación del plástico, de modo que si un plástico llega hasta nosotros, lleva consigo esas sustancias químicas”, explicó a CNN Sherri “Sam” Mason, directora de sostenibilidad de Penn State Behrend en Erie, Pensilvania, en una entrevista anterior.

“Y debido a que la temperatura del cuerpo es más alta que la del exterior, esos productos químicos van a migrar fuera de ese plástico y terminarán en nuestro cuerpo”, dijo Mason.

“Esas sustancias químicas pueden llegar al hígado, los riñones y el cerebro, e incluso atravesar la placenta y acabar en el feto”, añadió.

“En la actualidad no hay consenso científico sobre las posibles repercusiones de las partículas nano y microplásticas en la salud. Por lo tanto, los informes de los medios de comunicación basados en suposiciones y conjeturas no hacen más que asustar innecesariamente al público”, declaró anteriormente a CNN un portavoz de la Asociación Internacional de Agua Embotellada, una asociación del sector.

Todos los tipos de proteínas contenían microplásticos

En el estudio de febrero, publicado en Environmental Research, los investigadores analizaron más de una docena de proteínas de consumo habitual, como carne de res, camarones empanizados y otros tipos de camarones, pechugas y nuggets de pollo, carne de cerdo, mariscos, tofu y varias alternativas de carne a base de plantas, como nuggets, trozos vegetales similares a la carne molida y barritas vegetarianas sabor pescado.

Los camarones empanizados contenían la mayor cantidad de plásticos diminutos, con una media de más de 300 microplásticos por ración. Los nuggets vegetales ocupaban el segundo lugar, con menos de 100 trozos por ración, seguidos de los nuggets de pollo, las barritas de abadejo, el camarón blanco del Golfo mínimamente procesado, el camarón rosado fresco de Key West y una barrita de “pescado” vegetal.

Las proteínas menos contaminadas fueron las pechugas de pollo, seguidas de las chuletas de lomo de cerdo y el tofu. Tras comparar los resultados con los datos de consumo, los investigadores estimaron que la exposición media de los adultos estadounidenses a los microplásticos podría oscilar entre 11.000 y 29.000 partículas al año, con una exposición máxima estimada de 3,8 millones de microplásticos al año.

Frutas y verduras con alto contenido en plásticos

Los océanos están llenos de plásticos, y varios estudios han captado cómo éstos acaban en los productos del mar que comemos. Sin embargo, son menos los estudios que han analizado las verduras y las proteínas de animales terrestres, como el ganado vacuno y porcino, según un estudio de agosto de 2020.

El estudio, publicado en Environmental Science, halló entre 52.050 y 233.000 partículas de plástico de menos de 10 micrómetros (cada micrómetro es aproximadamente el diámetro de una gota de lluvia) en diversas frutas y verduras.

Las manzanas y las zanahorias fueron las frutas y verduras más contaminadas, respectivamente, con más de 100.000 microplásticos por gramo. Las partículas más pequeñas se encontraron en las zanahorias, mientras que los trozos de plástico más grandes se hallaron en la lechuga, que también fue la verdura menos contaminada.

Los plásticos están por todas partes

Según un análisis reciente, hoy en día existe un número asombroso de plásticos en el mundo: 16.000 sustancias químicas plásticas, de las cuales al menos 4.200 se consideran “altamente peligrosas” para la salud humana y el medio ambiente.

A medida que estas sustancias químicas se descomponen en el medio ambiente, pueden convertirse en microplásticos y luego en nanoplásticos, partículas tan pequeñas que la ciencia tuvo dificultades durante décadas para verlas.

Un estudio reciente en el que se utilizó una tecnología totalmente nueva descubrió que el número de nanoplásticos en tres marcas populares de agua que se venden en Estados Unidos oscila entre 110.000 y 370.000 por litro, si no más. Un litro equivale a unas dos aguas embotelladas de 16 onzas. (Los autores declinaron mencionar qué marcas de agua embotellada estudiaron).

Investigaciones anteriores con tecnología más antigua solo habían identificado unos 300 nanoplásticos en el agua embotellada, junto con microplásticos de mayor tamaño.

Formas de reducir el plástico

Los niveles de contaminación detectados en el agua embotellada refuerzan el consejo que desde hace tiempo ofrecen los expertos de beber agua del grifo en recipientes de vidrio o acero inoxidable para reducir la exposición, afirma Mason. Este consejo se extiende también a otros alimentos y bebidas envasados en plástico, añadió.

“La gente no piensa que los plásticos se desprenden, pero lo hacen”, dijo. “Casi del mismo modo que nosotros desprendemos constantemente células de la piel, los plásticos desprenden constantemente trocitos que se rompen, como cuando abrimos el envase de plástico de la ensalada que compramos en la tienda o un queso envuelto en plástico”.

Mientras la ciencia aprende más sobre los plásticos que consumimos, hay cosas que la gente puede hacer para reducir su exposición, según los expertos.

Evita comer cualquier cosa que se haya guardado en un recipiente de plástico. Busca alimentos almacenados en vidrio, porcelana o papel de aluminio. Usa ropa de tejidos naturales y compra productos de consumo fabricados con materiales naturales. No uses plásticos en el microondas. En cambio, calienta los alimentos en la cocina o en el microondas en recipientes de vidrio. Si puedes, consume la mayor cantidad posible de alimentos frescos, y limita la compra de alimentos procesados y ultraprocesados envueltos en plástico.

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