Segundo día del juicio a Rubiales: la declaración de Luis de la Fuente y el impacto del beso a Hermoso
Por Cynthia Zamora y Pau Mosquera, CNN en Español
Entre dudas, recuerdos empañados por el paso del tiempo, encontronazos de los testigos con la Fiscalía y la impaciencia del magistrado, transcurrió la segunda jornada del juicio en la Audiencia Nacional de España por el beso de Luis Rubiales a Jennifer Hermoso en la Copa Mundial de 2023 en Australia. Una acción espontánea y mutua para el entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), pero no consentida, según la jugadora, y que deslució el mayor triunfo de la selección española femenina.
La audiencia de este martes se centró en exponer cómo algunos miembros destacados de la Federación gestionaron los hechos. La Fiscalía y los abogados de la futbolista intentaron demostrar las presuntas coacciones denunciadas por Hermoso y que, según el Ministerio Público, intentaban presentar el beso como algo anecdótico, fruto de un momento de euforia y, por tanto, sin mayor importancia.
Para arrojar luz sobre estos reclamos, en esta segunda jornada comparecieron como testigos Miguel García Caba, exdirector de Integridad de la RFEF; Pablo García Cuervo, antiguo responsable de comunicación deportiva de la RFEF; Enrique Yunta, entonces subdirector de comunicación de la RFEF y actual responsable de comunicación deportiva, el seleccionador Luis de la Fuente, además del psicólogo Javier López Vallejo.
De los cinco testigos llamados en esta ocasión, el que más expectación generó fue el del actual entrenador de la selección masculina, Luis de la Fuente, quien estuvo presente en Sydney el día que el equipo femenino hizo historia.
A pesar de ese fuerte interés mediático, De la Fuente apenas estuvo quince minutos en el estrado, tiempo en el que se desmarcó de cualquier coacción o confabulación que tuviera como objetivo que Hermoso justificara el beso. “Yo me entero del beso en el avión [de regreso a España], pero no era consciente de la situación. […] Hasta que no llegué a España no me enteré de la dimensión”.
El seleccionador incluso aseguró que no llegó a participar de ninguna reunión de crisis en la Federación, como la que tuvo lugar el 25 de agosto en el despacho del expresidente Rubiales, a pesar de encontrarse en un espacio contiguo. Según sus propias palabras, lo que trató con Rubiales en el ala separada de su despacho tuvo que ver puramente con lo deportivo.
Los momentos de mayor tensión de la vista los protagonizó Pablo García Cuervo. El antiguo director de comunicación deportiva de la RFEF chocó con la Fiscalía en varias ocasiones e incluso el juez llegó a ordenarle que explicara los hechos con claridad y sin arrogancia recordando que él no está enjuiciado.
La fiscal del caso comenzó haciendo constar que García Cuervo responsabilizaba a Hermoso por su despido. Junto a otras compañeras, la futbolista firmó un documento para pedir la destitución de diferentes profesionales de la Federación.
Hermoso no se refirió a este episodio en su declaración del lunes.
En su calidad de testigo, García Cuervo declaró que fue él quien escribió el primer comunicado que emitió la Federación en nombre de Jenni Hermoso, pero sin hablar con ella previamente, después de que Rubiales le comentara la conveniencia de emitir una declaración que le quitara importancia al beso.
Según contó, se basó en las declaraciones que la jugadora hizo en una conocida cadena de radio y afirmó que después de mostrárselo ella dio el visto bueno para su distribución “con cierta desgana”.
“Si hubiera dicho que no, no se hubiera difundido”, afirmó.
Este punto se contradice con el testimonio brindado el lunes por la jugadora, quien negó haber otorgado explícitamente ese consentimiento y señaló que leyó el documento y se dio la vuelta afirmando: “Haced lo que queráis”.
En referencia a las presiones que Hermoso denuncia haber recibido también durante el vuelo de vuelta a España, García Cuervo indicó que “había cierta preocupación sobre las situaciones y las informaciones que estaban llegando desde España. En ese punto si es verdad que se habla de la posibilidad de hablar con Jennifer Hermoso para que grabe un vídeo con el presidente. Yo lo que digo es que con Jennifer Hermoso no voy a hablar, porque no me fío de Jennifer Hermoso porque puede cambiar su versión”.
En la vista se cuestionó especialmente el informe de integridad que realizó la Federación, sobre todo, porque marcaba la posición de este organismo sobre los hechos ocurridos en Sydney, los cuales calificaba de “anecdóticos”.
El que fuera director de Integridad de la RFEF en aquel momento, Miguel García Caba, declaró que lo redactó por orden de la Secretaría General, pidiendo a los participantes que respondieran preguntas por escrito, sin incluir el testimonio de las jugadoras -quienes rechazaron participar, aseguró- y en cuestión de un día y medio.
Tal premura obedeció, según su declaración, a que se trataba de “un caso de una relevancia económica, social y deportiva mundial”.
García Caba niega que Rubiales le diera instrucciones relativas a la elaboración de dicho informe y explicó que no contó con el testimonio de Hermoso porque “no quiso colaborar”, y que respetó su derecho de no hacerlo.
Hermoso confirmó el lunes la llamada de García Caba y contó cómo, según su versión, transcurrió la conversación. A la petición de García Caba, Hermoso replicó preguntándole si estaba obligado a hacerlo. Él respondió que no. Entonces ella le informó que pondría el asunto en manos de sus abogados.
García Caba también manifestó que el documento “en absoluto es favorable” para Rubiales, pero asegura que su salida de la Federación la desencadenó el informe, cuyo contenido “no era lo políticamente adecuado o jurídicamente correcto” en ese momento. De contar con el testimonio de Hermoso, dice, hubiera sido “rotundamente contrario a lo que disponía”.
A Enrique Yunta, entonces subdirector de comunicación de la RFEF y actual responsable de comunicación deportiva de la Federación, se le preguntó por su papel a la hora de recabar testimonios sobre lo ocurrido. Yunta declaró que le mandaron un borrador con preguntas y respuestas que formarían parte del informe de integridad para que se lo hiciera llegar a su subordinada, Patricia Pérez, quien declaró que la sometieron a una “encerrona” en el despacho del presidente para que firmara un documento que no coincidía con la realidad.
Para Yunta lo que se trató en el despacho fue “una crisis reputacional que jamás se había vivido”.
El cierre de la sesión llegó de la mano del psicólogo que viajó al Mundial con las jugadoras. Javier López Vallejo describió que tuvo “un papel de salvaguarda”, para explicar por qué no puso en marcha el protocolo contra las violencias sexuales y el acoso que había sido implementado poco antes por la Federación. “Yo no vi en ningún momento el beso -asegura-. Nos enteramos una hora y pico más tarde de esa situación y, en esos momentos, yo creo que en todos era algo absolutamente anecdótico y no tenía para nada la repercusión de lo que tuvo más tarde”.
Según testificó López Vallejo, nunca habló con Hermoso porque una de sus funciones como psicólogo es que las jugadoras “vean y sientan que yo estoy disponible”, pero, puntualiza, “si hay una jugadora que no acude entiendes que es porque no lo necesita o porque siente que no soy la persona que la puede ayudar en ese momento”.
En su comparecencia Hermoso lamentó esa falta de acercamiento y aseguró que se sintió “desprotegidísima”.
The-CNN-Wire
™ & © 2025 Cable News Network, Inc., a Warner Bros. Discovery Company. All rights reserved.